17.1.11

TIEMPO DE VENIR




"debe haber un abismo donde tu mano sea la mía"


(ENTEPOLA: Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano, Jujuy, 7 al 12 de enero)

0. Los caminos que uno hace conducen a la perdición y al encuentro. A una hora del día no podemos dejar de recordar la mano que nos acaba de soltar. A otra hora ya estamos agarrando una nueva, extraña, suave, oscura, plegando el tacto para disipar la sensación del fantasma. Aquí es cualquier lugar donde se abre el deseo, nunca hemos dejado de pertenecer a este lugar. Estancia desmesurada. Hemos hablado mucho, muchas veces de la demora. Hemos entregado y restregado nuestras pieles con tal de no dejar morir el encuentro. Luego, seguimos la marcha. Las horas son de un tiempo de venir. Vengan todos.

1. Llegamos un domingo. En realidad ellos ya estaban. Llegué solo el domingo por la tarde. Es que estaba de un humor sombrío, digo que fui dos, uno al llegar y otro al irme. Comían asado. Comí con ellos. Bebimos. Bailamos. Hicimos el ridículo. Nos empezamos a querer un poco más, como desde antes. O no empezamos, retomamos algo que ya nos había sucedido a cada uno por separado. Ahora lo compartíamos, nos reconocíamos en esas errancias. A cada frase de los otros, nos tocaba pensar si acaso nos habríamos cruzado en el pasado, sin saberlo. Luego estamos alterados, otros, sumidos en el deseo de volver. Extraños, nos extrañamos.

2. Dormíamos en la escuela Germán Abdala, de la organización social Tupac Amaru.

3. “La Milagro nos ha devuelto la dignidad”, el Pablo, alias Yusca, encargado de la cocina por las madrugadas.

4. Algunas veces íbamos a ver obras de teatro.

5. La cuestión del teatro popular: para gente pobre, masivo, gratuito, político, militante, entretenido, educativo, identificador, generador de comunidad, ¿qué?

6. ¡Feria de libros independientes!

7. Nos tratamos como si perteneciéramos a una secta. Aún no tiene nombre.

8. El borde, el desborde, el ir y venir, el no estar del todo en ningún lado, el entre estar, abierto, permeable, colorido, diferente, con mucho movimiento.

9. “Salta es Argentina, sí, pero Jujuy es Latinoamérica”.

10. En la ociosa muerte de unos caracoles, en el ancho cataclismo de una pompa de jabón, en la minucia alterada por la leche de los bigotes de un gato, en la espermosa noche sin luna, en la acicalada pestaña de la visitante, en los pies retirados y en remojo, en las alternantes vocales del precipicio, en las orilleras frutas de los trashumantes, en la elegida mosca aluda y leve, en la nasal concurrencia del cristal, en la esfumada lumbre de la antorcha, en la boca en la boca en la boca, el ojo, el pezón, las uñas, los cabellos, en el despeine sobre todo, en el tironeo, en la viajera encantadora sombra, morosa, morada, agotada, otra vez la boca, la selva y el ombligo, en la abertura y en el ahogo, en la conspiración de los sudores y en la condena de las dudas, y en el río final, el acabar pidiendo más, en el morir bardeado el corazón, en fin, aquí.