a veces sucede que justo la persona con quien estoy hablando es la última con quien debería hablar de eso pero, paradoja de paradojas, es la única con quien puedo hacerlo. en definitiva, nunca llego a ponerme de acuerdo y la interrupción suele dar la señal de que voy más o menos acertado en cuanto a mi percepción del desamparo. el desamparo, por cierto, vendría siendo el resultado de no reconocer en el techo (presente al levantar los ojos )tu casa y no de que te lo hayan quitado de encima. en mi estado actual de decepción, ni aunque fuera un caracol podría sentirme al amparo de alguna cosa. hace demasiado que no siento ese shock azul (bah, digo azul por ponerle un color, para asirlo de alguna manera, no que esté manoteando el vacío después de haberme fumado tres tronchos seguidos, por favor, o por lo menos si lo hice, no se nota, en fin, a lo que iba era a que el shock, además de azul, era )placentero que parece arrasarte y al que uno se entregaría de lo más liviano. no, algo sucede en el medio, hay una especie de punto muerto. eso es, el olor a muerto explica muchas cosas, otras, en cambio, las deja por la mitad, cuando no al borde del ridículo, como el olor que sale de mis zapatillas o debajo de mis brazos. creo que son las cebollas, comerlas, no pasarmelas por las axilas, y el ajo, que con este sí me rasco los sobacos. después de todo, para qué más sirven los sobacos si no para sobarlos, como los huevos. pocas cosas producen tanto placer, claro que no llegan, ni soñando, a las alturas del shock azul. por suerte no me olvidé cómo se sentía, lo que me olvidé fue de sentirlo. a su modo, la memoria es una fábrica de artefactos a medida del consumidor. cuando menos pensás, ya estás recordando algo que no existe pero que se siente sabrozón, como dirían en las novelas mexicanas a las que me hice adicto luego de un viaje en micro de 20 horas. quizá estoy equivocado y pocas cosas importan. pero acaso por eso mismo uno debería cuidarlas y, también por eso, su precio es demasiado alto, uno termina pagando intereses usurarios por esas pocas cosas. entiendo que estoy divagando, descuiden, es a propósito (conviene decir a menudo estas cosas para dar a entender que uno tiene el control de la situación, en el fondo, claro está, es un chamuyo más, como estudiar letras o globología). la cuestión es que estoy hecho mierda, no debería aventurarme más en la confesión pero mejor hacerla corta y sin parábolas ni epifanías (a propósito, el otro día conocí a una paraguaya que se llamaba Epifanía Artime, le pregunté si su papá se llamaba Jaime, no cazó la intertextualidad, no, se llama Ramón, dijo secamente, al parecer ofendida no sé porqué, de todas maneras eso no fue problema porque al rato nos pusimos a charlar y ella no paraba de hablar de camperas y de usar el articulo "la" tanto para el masculino como para el femenino, como soy medio lento, la interrumpia para preguntarle a qué carajo se refería cuando decía "la viste venir a mi patrón?" y frases por el estilo, para mí que al final se fue definitivamente enojada cuando le dije que esa tarde llovería y lo bien que me vendría un paraguas, Epifanía, a esa altura (1,63, rubia, colorada de piel, nariz ganchuda pero buen culo, manzana, y tetas más bien chiquitas, limoncitos digamos para seguir la racha, con las ganas de darle fruta que tengo) se rió incómoda y anunció que debía comprar un par de cosas en el super de los chinos, a la vuelta, no la vi entrar, se ve que usó la otra puerta). todo esto para decir que estoy hecho mierda. lo recalco. en la recalcada concha de tu madre, agregaría si no fuera actuar de oficio y putear al pedo. creo que me hace falta droga, de paso, voy avisando. aunque no sé si sería bueno, de hecho la consitencia de lo real tambalea y hace aguas por todos lados y eso que me volví vegetariano y solo tomo agua. todavía no sé cómo estoy publicando este adefesio, no es que sea un esteta (ahhhhhhh, de nuevo las tetas, que sed) pero uno tiene una imagen que cuidar, ya saben, la historia del escritor comprometido con las palabras, típica respuesta de los tibios (o pecho fríos) cuando le preguntan sobre su compromiso. valdría más mandar a todos a la reputa madre que los parió. las puteadas son las mejores invitaciones que tenemos en español, nunca fallan. tampoco es que lo piense demasiado, no vayan a creer que estoy al pedo todo el día, hago mis cosas, tranquilo pero las hago, aunque no sé para qué las hago, si porque no tengo más que hacer (hipótesis de estar al pedo) o porque es lo que debo hacer (hipótesis del destino manifiesto). tiendo a elegir la primera, hago cosas para crearme la -falsa dirá la psicologa de juguete- certeza de que mi vida es normal. y la verdad es que, salvo por las drogas, las experimentaciones sexuales (ojo, solo para probar), el alcoholismo, el fanatismo religioso, mi creencia en que soy un elegido para redimir a la humanidad oprimida, la intolerancia por cualquier cosa que lleve más de dos colores puestos sobre la piel (de seguro es un negro de mierda traga cumbia y chorro disfrazado de trapito cuida /lava coches), de cerca soy muy, muy normal, a pesar de todo. por ejemplo, me calienta una vieja de setenta años, se llama como las flores, lo juro:margarita blanca rosales (espero no estar violando ningún derecho a la intimidad). no sé qué es lo que me calienta, si el recuerdo de que alguna vez habrá estado buena que destila o el color del pelo despeinado, pajoso y apenas sostenido por una trabita rosa de nena o los pantalones animal print (eso sí, margarita es muy discreta, print a la altura de la cola, nada más, siempre cebra, nunca tigre o cualquier felino ad hoc, no, ella quiere ser cazada, no me digan que no, si no ¿por qué me mira así?, ¿por qué me dice, hola, cómo te va y si le digo bien dice me alegro?)(releí el paréntesis anterior y no, no estoy enfermo, margarita me re calienta). niego rotundamente haber tenido sueños eróticos con margarita, es durante la vigilia que se me para. mejor no sigo, me estoy excitando demasiado y no da hacerse una paja en público, sobre todo ante público tan disperso como ustedes. lo cierto es que margarita está re vieja pero me calienta, creo que es la idea de que a lo mejor a ella le gustaría. en el fondo es un argumento altruista, quiero verle la cara de felicidad cuando se la ponga. de paso me desligo de cualquier trauma y mancha psicológica. supongo que algo peor que el edipo debe ser el deseo de cogerse a la abuela. y no, el dinero no tiene nada que ver en todo esto, nada importa que margarita sea una exitosa empresaria petrolera ni que su auto parezca surfear puerto madero ni que cada vez que uno le dice hola te tire propinas de 20 mangos ni que nada, entienden. acá se está gestando un amor, es más, una epopeya amorosa, se están por derribar muros sociales y generacionales y ustedes van a ser testigos. bueno, quienes puedan soportarlo. de todas maneras no creo que sea para tanto. si ella se enamora, allá ella. yo he venido a servir, no a ser servido, será mi acción humanitaria del mes. la del mes pasado fue dejarle cinco pesos a un croto frente al san martin que decía haber peleado con gatica y haber quedado en la ruinda culpa de su manager. se iba a comprar un vino y de ahí a dormir, al día siguiente le tocaba madrugar, es que en los albergues de macri los sacan a empujones cuando sale el sol, dijo, si no los chorros que se hacen pasar por cirujas para no volver a provincia muy tarde y de paso, al despertarse, les afanan la recaudación a los crotos, es de no creer, pero es. creo que me fui al carajísimo, no por lo que digo, vaya y pase, más por la sensación de estar contando algo real. releo y digo qué cagada, es la realidad. si no la contara no pasaría, si la cuento, ¿qué pasa? en fin, todo porque no puedo hablar con quien debería poder, con la única con quien quiero hablar y reirme de estas cosas, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario