24.9.09

ESCRIBO PORQUE NO SE PUEDE (ACASO UNA RESPUESTA)

sí estoy pensando, como si tuviera necesidad de recobrar algo muy perdido, podría ser tiempo pero no es, quisiera saberlo, por eso hay que cerrrar los ojos, es una metáfora: vivimos en la edad del hipervínculo, de vernos por web cam, de comernos con la mirada, somos pura mirada y el sentido de la vista distancia a los objetos de uno, no los incorpora, a través del golpe de vista se tiene la ilusión de que hemos captado la realidad. y no, no la hemos incorporado a nuestro cuerpo como incorporar un olor o un sabor o un pellizco o un sonido, que producen una memoria de otra índole que la vista. en resumen, la idea de cerrar los ojos obedece a la necesidad de que no todas las cosas sean virtuales. todo esto lo digo pensando a partir de david le breton. ahora comencé a leer a pierre klossowski pero no me entusiasma demasiado y lo dejé macerar mientras abrí las primeras páginas de la individuación de gilbert simondon. también quiero conseguir ejemplares de levinas sobre el otro y un librito de derrida sobre la hospitalidad. al fin supongo que me los leeré en la biblioteca nacional. hago planes para el año que viene pero ni yo mismo me los creo. es la melancolía supongo. lo cierto es que no sé bien qué hacer, quisiera que las cosas fueran fáciles, no haber nacido pobre, no tener que haber sentido de más algunos días, y así, puestos a desear resulta inútil congraciarse con lo que uno es ahora, aquí. y ¿qué soy? es decir, en esa pregunta se juega el lenguaje, qué me es dado decir de mí que sea cierto o de qué modo las palabras que se me permiten hacen una verdad o un simulacro. pero es que acaso el simulacro sea la verdad que se busca. dar con el resultado de un fantasma congregado, en apariencia sonriente para tranquilizar a la sociedad que no quiere ver la profunda e infecciosa soledad de algunos seres porque les asusta percibir ahí que la vida también podría ser eso y conducir sin delaciones a orillas o cimas de desesperación, por citar a cioran. en la superficie de las cosas soy poco menos que un manojo de llaves que no abren ninguna puerta, tientan muchas pero todavía no se sabe qué hay detrás, ¿de cuál? y sobre todo, ¿cuándo? yo quería escribir porque pensaba (porque creía cuando me era dado creer) que escribir era la única o la última posibilidad que teníamos quienes no teníamos posibilidades. ahora escribo sin pensar (ni creer), sabiendo que escribir es una imposibilidad, se escribe porque no se puede: curiosa pretensión, saturar el orbe con sentidos, abarcar los objetos y no contentos con rodearlos atravesarlos, escribir no es un trabajo, no atrae la buena suerte, no aleja los malos espíritus (todo lo contrario, crea nuevos y los suma al ejército que ya existía en pleno exterminio de nuestras entrañas), le roba horas al sueño, no alimenta en los demás la fiebre volcánica que lo consume a uno, golpea y empuja al miasma, la escritura se roba las mejores palabras y no las devuelve sino que se las da a cualquiera que pase, no restaña la soledad, a lo sumo la depura, la vuelve consistente, la escritura aloja en nosotros oscuridad, edades espesas de tiempo y sentidos que no comprendemos ni siquiera después de haber señalado en dónde están, la escritura es una pena de muerte. escribo porque no se puede, porque no se debe. ya es hora de ir a trabajar.

1 comentario:

fer dijo...

juancho, me haces llorar