Aquí hay lugar para otra boca. Me trajo el oscuro amparo de tu axila. Los vivos tomarán bajo su huella nuestro andar. Andemos. Tu boca nada en aire abierto. Mi boca solo habla tu lengua. Mojado, lúcido, estoy hecho de hambre, de recién llegado. Abrí los ojos al filo. Mi color salivará tu sangre, dará espejo a la cresta del monte. En el porfiado venir vendrá la tierra hecha carne a perder, apresuremos el país, la caravana resta bajo las estrellas, sin mar a la vista, apresuremos el país.
1 comentario:
siempre me sacudis, juan querido
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